En este Día Mundial del Trabajo Social del 2024, tengo el honor de dirigirme a la comunidad internacional del Trabajo Social bajo el tema del Buen Vivir.
En primer lugar, quiero transmitir nuestra gratitud a los trabajadores y trabajadoras sociales, a sus familias y comunidades, que se desempeñan en situaciones de guerra y violencia. Reconocemos que su papel en el avance de la paz en el ámbito de la sociedad civil es fundamental, dentro de sus propias comunidades y fuera de ellas. En nombre de la profesión internacional, hago llegar nuestra solidaridad, nuestro anhelo por su seguridad, nuestros mejores deseos.
¡Feliz Día Mundial del Trabajo Social para todos y todas!
Es sabido que en el corazón del Trabajo Social están la experiencia y el conocimiento de que la cooperación entre los pueblos, basada en relaciones respetuosas, la restauración de la dignidad y el trabajo conjunto, es fundamental para asegurar la paz y construir pertenencia y confianza para todos los involucrados. Nos podemos sentir orgullosos y orgullosas de este corazón palpitante que se fortalece cada año a medida que más y más pueblos y culturas pasan a formar parte de esta noble profesión.
Buen Vivir, al igual que el tema global del 2021, Ubuntu, resuena profundamente con los principios del Trabajo Social que enfatizan la interconectividad a través de diversas relaciones, habilidades y recursos. El Buen Vivir, arraigado en filosofías indígenas de América Latina, nos invita además a ampliar nuestra comprensión de las relaciones para incluir no solo a las personas, nuestras conexiones con los ecosistemas, la tierra, los animales, los océanos, los ríos, el cielo y la tierra. Se trata de una invitación a todas las personas a entrar en estas relaciones de forma más intencionada, en cumplimiento de nuestro papel como parte y contraparte de la naturaleza.
Este tema fue seleccionado deliberadamente por la profesión del Trabajo Social, ya que, por medio de la inclusión, la justicia, la paz y la sostenibilidad, contribuimos, junto con millones de personas más, a transformar las insostenibles culturas modernas de crecimiento y explotación.
El Buen Vivir nos enseña que la reciprocidad cíclica de las relaciones no es sólo entre personas sino también con nuestros entornos naturales. Nos habla de las maravillas y la importancia de nuestra responsabilidad de cuidar el mundo, nos lleva a una experiencia vital más profunda y honorable de pertenencia.
Muchos dirían que esta es la clave para alejar al mundo de los comportamientos deshumanizantes que leemos a diario en los titulares de las noticias, el daño y el abuso, a nivel individual o colectivo, con que cada trabajador y trabajadora social se encuentra en su labor diaria.
Lamentablemente, a nivel geopolítico, somos testigos de cómo la clase política y sus ejércitos alimentan el extremismo y actúan como si los “otros” no tuvieran derecho a existir. En respuesta, usamos nuestro conocimiento en Trabajo Social para trabajar con la gente para cambiar este comportamiento deshumanizante, desde un enfoque basado en nuestras observaciones, interpretaciones y experiencias de la vida diaria de las personas en cualquier comunidad. Les vemos compartir los mismos amores y preocupaciones cotidianos. Escuchamos sus preocupaciones o alegrías sobre cómo les va a sus hijos e hijas, si pueden pagar el alquiler, qué les depararán los próximos meses. Observamos su amor por el pan recién horneado y por la suavidad de las flores de la nueva estación. Como profesionales de lo social, nuestro papel es apoyar a las personas en el restablecimiento de comportamientos humanizadores, como una de las vías más importantes para conseguir una paz duradera.
Por eso, en esta ocasión del Día Mundial del Trabajo Social celebramos nuestra profesión y su rol junto a las comunidades. Agradecemos a los trabajadores y trabajadoras sociales de todo el mundo por toda su dedicación a las personas y sus entornos. Enviamos nuestros mejores deseos a nuestros/as colegas que trabajan en situaciones extremas.
A medida que reflexionamos sobre el Buen Vivir, podemos estar seguros de que estaremos creciendo, prosperando y contribuyendo positivamente, tal como la naturaleza siempre lo había previsto.