Desde el punto de vista de FITS (IFSW por sus siglas en inglés) los derechos humanos se sitúan en el corazón del trabajo social, y desde sus inicios la labor del trabajo social ha sido… una profesión de derechos humanos, cuyo principio básico es el valor intrínseco de cada ser humano y uno de sus principales objetivos es la promoción de estructuras sociales equitativas (Naciones Unidas, 1994:3). Llevando este concepto más allá, el trabajo social de hoy en día, tiene la responsabilidad de abogar para que los derechos humanos sean respetados en todo el mundo, y en particular cuando las nuevas realidades mundiales significan que los derechos humanos básicos ya no son valorados y las personas a menudo son tratadas como si no importaran.
Los derechos humanos y el respeto a las personas, a menudo parecen ser la última preocupación de los gobiernos en este nuevo orden mundial donde el poder económico y político vinculado con el poderío militar, el fervor religioso y la ideología política, a menudo se sitúan en el centro de escena. En esta realidad, donde hay una falta de autoridad ética y la más despiadadas respuestas violentas se dirigen a menudo hacia los grupos más vulnerables de la sociedad, el trabajo social es una de las pocas profesiones capaz de hablar en nombre del pueblo.
La Comisión de Derechos Humanos de FITS cuenta con representación en nuestras cinco regiones mundiales. Hay cuestiones de carácter único en cada región, pero también hay muchos problemas de derechos humanos comunes globalmente. Este informe se centra en determinadas áreas relativas a los derechos humanos y preocupaciones identificadas y derivadas de las mismas por nuestros comisarios regionales.
AMÉRICA DEL NORTE
La pobreza, la falta de vivienda y la precariedad alimentaria siguen siendo graves violaciones de los derechos humanos. La pobreza se ve agravada por los efectos del cambio climático y la destrucción causada por las inundaciones, huracanes, incendios forestales fuera de control y la calidad del aire, todas estas tienen graves repercusiones en la vida de muchos. Esta situación se ve empeorada por la participación en la aparentemente e interminable serie de guerras que cuestan vidas, causan destrucción, consumen presupuestos y dejan poco margen para el gasto en bienestar social. Por ejemplo, aunque los Estados Unidos hayan gastado $5.6 billones en guerras desde el 11 de Septiembre, queda poco para el cuidado de la salud. Un 21% de todos los niños viven en familias con ingresos por debajo del nivel de pobreza. Los pueblos indígenas, comunidades afroamericanas y los hispanos cuentan con los índices más altos de pobreza superiores al 25%. En Canadá, 4,7 millones viven en la pobreza, 1,2 millones o el 17,4% son niños/as indígenas en Canadá y cuentan con el doble de probabilidades de vivir en la pobreza en comparación con niños/as no indígenas.
A finales del siglo pasado en los Estados Unidos, los trabajadores sociales se organizaron como una profesión para responder a la pobreza extrema y el asentamiento de muchos inmigrantes procedentes de Europa. Estas son las áreas donde la profesión ha hecho y puede seguir haciendo una diferencia. Canadá ha acogido a más de 40.000 refugiados en 2016 y planea hacer lo mismo en 2017. Sin embargo, EE.UU. ha cerrado sus puertas a los refugiados y buscó imponer una prohibición de viaje, que niega la entrada de viajeros principalmente provenientes de seis países musulmanes. Existe un preocupante aumento del racismo y una mayor movilización de la extrema derecha. La migración de personas que huyen de la guerra, el hambre y la violencia es una crisis humanitaria mundial. El cierre de las fronteras es una grave preocupación desde el punto de vista de los derechos humanos a medida que más y más hombres, mujeres y niños perecen o languidecen en los campamentos de refugiados de Europa y Oriente Medio. Estas son preocupaciones que los trabajadores sociales están manifestando.
ÁFRICA
Todavía hay un gran número de personas en África que se acuestan con hambre y los niveles de pobreza aumentan rápidamente: el 75% de los países más pobres del mundo están en África. Esto se debe a los sistemas inequitativos del comercio mundial, la mala gobernanza y los gobiernos corruptos extendidos en muchos países africanos. Además, las graves violaciones de los derechos humanos en el continente, han desempeñado un papel importante en muchas de las crisis de los Estados africanos. Aunque ha habido ataques despiadados por parte del Estado Islámico y Boko Haram sobre ciudadanos ordinarios, en muchos países, entre ellos Kenia y Egipto, los gobiernos y las fuerzas de seguridad han respondido a amenazas de terrorismo reales o percibidas con políticas abusivas que en última instancia agravan las crisis. También se está produciendo un floreciente comercio de esclavos en Libia, donde hay un millón de migrantes y refugiados tratando de llegar a Europa, pero atrapados en ese país.
La mejora de la situación de los derechos humanos se puede lograr fortaleciendo las organizaciones de la sociedad civil, reformando los programas de trabajo social en las universidades africanas para así asegurar que la profesión se basa en los derechos humanos y la justicia social, y tratando de abordar algunos de estos problemas serios en el continente. Las FITS y las asociaciones regionales deberían reunirse para formar un bloque regional viable y tratar de abordar cuestiones que son de suma importancia para la población de África. La región está trabajando para crear una estructura viable que pueda hacer esto después de la Reunión Regional celebrada en Livingstone (Zambia) en Junio de 2017.
EUROPA
La región europea señala que una variedad de temas diversos, desde la pobreza, la desigualdad social y el medio ambiente, generan un impacto en las cuestiones de derechos humanos en la región, ya que afecta a grupos vulnerables como las minorías religiosas, los niños, los refugiados y los migrantes, personas con discapacidad, las niñas y las mujeres. Es necesario continuar trabajando en equipos multidisciplinarios tratando de construir estrategias comunes para hacer frente a estas preocupaciones. Esas soluciones dependerán de nuestra capacidad estratégica para trabajar en medios políticos para lograr un cambio constructivo.
Nuestras propias condiciones de trabajo como trabajadores sociales también son significativas. Se reconoce internacionalmente que los trabajadores sociales cuentan con una remuneración baja, pueden trabajar horas muy largas con casos pesados y complejos y con frecuencia necesitan hacer malabarismos con las demandas de los jefes, los usuarios y organismos de variada índole. Todo esto combinado puede entorpecer y/o impedir la práctica exitosa, ética y sostenible. Con el fin de ser fuertes en la defensa de las personas vulnerables, los trabajadores sociales también tienen que abogar por su propia profesión. El trabajo social profesional debe ser realizado por trabajadores sociales cualificados. Se necesitan condiciones de trabajo adecuadas para proporcionar servicios cualitativos a los necesitados.
Para garantizar el respeto de los derechos humanos de los profesionales, existen diversos mecanismos e instrumentos a nivel regional e internacional. Un instrumento clave son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGs por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas para 2030 que proporcionan una forma de avanzar en la construcción de soluciones a largo plazo para poner fin a la pobreza, la desigualdad y problemas ambientales. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible proporcionan un marco de referencia a los trabajadores sociales para trabajar con otros profesionales y abordar algunas de estas cuestiones.
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
En Julio de 2017 en la reunión de la región de América Latina y el Caribe, celebrada en Costa Rica, se acordó que como primer paso de la labor sobre la cuestión de los Derechos Humanos la región debería identificar los principales problemas de derechos humanos que impactan la labor los trabajadores sociales. Algunas de ellas eran las siguientes:
- El avance de los gobiernos neoliberales que socavan los derechos de los grupos históricamente oprimidos y la desigualdad en la distribución de los recursos y la riqueza.
• La vulnerabilidad de los niños y población juvenil a través del abuso, empobrecimiento de sus familias, sistemas educativos deficientes, abuso sexual y la trata de seres humanos.
• La persecución e invisibilidad en algunos países de América Latina y el Caribe del colectivo LGBTQ. - La privatización de servicios sociales esenciales como la salud y la educación.
• La vulnerabilidad de los pueblos y grupos indígenas.
En la región de ALC, la persecución de varios grupos ha sido de gran preocupación, desde las dictaduras pasadas y actuales, hasta las economías neoliberales explotadoras que han llevado a una violación de los derechos humanos y a la falta de respeto de los valores.
Estas prácticas amenazan el derecho de la gente a la vida y la paz. La región está comprometida a abordar estas injusticias y como parte de esto, el Colegio de Trabajadores Sociales de Chile actualmente está trabajando en un libro como testimonio a sus colegas que han sido detenidos, torturados, asesinados y desaparecidos durante el período de la dictadura de Pinochet. Esto reconoce el enorme compromiso mostrado por ellos en la búsqueda de un modelo de desarrollo más justo y humano.
Finalmente, y al igual que con Europa, una cuestión central para la región de ALC en lo que respecta a los derechos humanos, son las condiciones de trabajo de los trabajadores sociales, que necesitan una mejora drástica.
ASIA Y EL PACÍFICO
De las preocupaciones en la región de Asia-Pacífico los actuales conflictos en Palestina, Yemen, Myanmar y Siria han sido destacados por los miembros de IFSW. En Palestina, tanto en Cisjordania como en la franja de Gaza, los trabajadores sociales están involucrados en situaciones de conflicto, donde hay un alto desempleo, brotes de enfermedades, falta de medicamentos y altos niveles de trauma general. También existe la preocupación de que se esté utilizando la detención administrativa contra los trabajadores que participan en actividades pro-palestinas y en pro de los derechos humanos.
El trabajo social es apreciado y puede reducir el sufrimiento que enfrentan a las familias que sufren dificultades. La situación en Yemen también es preocupante para la Unión General Yemení de Sociólogos, Trabajadores Sociales y Psicólogos, donde, según la oficina de derechos humanos de la ONU, 6000 instalaciones médicas han sido cerradas debido a la situación de guerra en ese país en 2016. Esto ha dado lugar a una escasez de personal médico, equipo y recursos en un entorno de recursos deficientes, lo que conduce a niveles críticos de desnutrición, propagación del cólera y otras graves enfermedades. El Sindicato del Trabajo Social está llevando a cabo una serie de cursos relacionados con el desarrollo de las capacidades de los trabajadores sociales para enfrentar las crisis y los desastres en estas circunstancias difíciles, facilitando a los trabajadores sociales y voluntarios la asistencia necesaria.
En Myanmar existe un flujo constante de personas Rohingya que huyen del país debido a los ataques de fuerzas armadas y una población hostil, lo que conduce a un éxodo masivo de refugiados y condiciones calamitosas en los campamentos de Bangladesh, donde una población estimada de entre unos pocos cientos a 1,1 millones huidos. Los trabajadores sociales están apoyando a los refugiados en los campamentos y en otros lugares. La Federación Japonesa de Trabajadores Sociales aboga por que los gobiernos de la región actúen junto con la comunidad internacional para proteger al pueblo Rohingya de estas graves violaciones de sus derechos.
El conflicto sirio también ha provocado una tremenda pérdida de vidas y ha sido catastrófico para la región. Los trabajadores sociales participan en una amplia gama de organismos para ayudar a mitigar algunas de las graves consecuencias.
EL CAMINO A SEGUIR
Los trabajadores sociales están en la primera línea de apoyo a las personas afectadas por estos abusos contra los derechos humanos y es por lo tanto urgente construir sobre su trabajo. La profesión del trabajo social tiene un papel clave que desempeñar, ya que es capaz de examinar críticamente los contextos sociales, políticos y económicos e incorporar un enfoque de derechos humanos en la práctica profesional. Nuestra tarea inmediata es hacer los abusos contra los derechos humanos y las soluciones desde la labor social y la profesión visibles y más efectivas a través de una mayor solidaridad y apoyo político.
Nigel Hall
Comisario de Derechos Humanos IFSW
(con contribuciones de los Comisarios Regionales de Derechos Humanos de IFSW)