Dr. Rory Truell, Secretario General de la FITS, 10 de diciembre de 2016
En el Día Internacional de los Derechos Humanos, los trabajadores sociales celebramos y abogamos por un marco más amplio de Derechos. Uno que no sólo se centre en los individuos, sino que también incluya las realidades sociales, relacionales y ambientales en las que todos vivimos
Al plantear la pregunta ¿qué son los derechos humanos?, muchas personas tienden a pensar en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948. Esta Declaración es a menudo vista como un momento clave, cuando muchos gobiernos se unieron y dijeron: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”
Para muchos trabajadores sociales de todo el mundo, esta Declaración representa un momento significativo en el desarrollo social global. Sin embargo, a medida que nos acercamos al 70 aniversario de la Declaración, es importante reconocer que no todos los trabajadores sociales están de acuerdo, y muchos no ven la Declaración como suficientemente amplia para contribuir al bienestar sostenible.
De hecho, son bastantes los trabajadores sociales en las regiones de África y Asia-Pacífico que ven la Declaración como un caballo de Troya, fascinante en su exterior pero que en su interior esconde una forma de colonización occidental, basada en perspectivas individualistas que buscan desmantelar sus marcos culturales colectivos de referencia. Este punto de vista es compartido por muchos trabajadores sociales de primera línea de atención que se identifican con esta manera de entender la Declaración de los Derechos Humanos.
En todos los países, los trabajadores sociales trabajamos en contextos de conflictos entre Derechos. Los Derechos del niño, los Derechos a la cultura, el Derecho a la expresión individual, el Derecho a la libre determinación, los derechos lingüísticos, los Derechos individuales y los Derechos sociales y colectivos, constituyen un laberinto a través del cual los trabajadores sociales debemos movernos hábilmente, y favorecer que los miembros de una familia, grupo o comunidad alcancen un consenso que salvaguarde a los más vulnerables y proporcione protección a los derechos de todos.
En este sentido, la Declaración de las Naciones Unidas no da espacio a una postura conflictiva entre Derechos, ni a los procesos necesarios para que de forma conjunta las personas alcancen un consenso. De hecho, el desarrollo de esta Declaración suele considerarse como una perspectiva de arriba hacia abajo donde los gobiernos otorgan Derechos a las personas sobre las que gobiernan. Esta es la razón por la cual la Declaración se centra principalmente en derechos civiles y políticos, como el derecho al voto, a la libertad de expresión, a la no discriminación, a un juicio justo, etc.
A lo largo de los años, esta llamada “primera generación de Derechos” se ha extendido para abarcar una segunda generación de Derechos humanos. Estos incluyen derechos económicos, sociales y culturales como el derecho a la salud, la vivienda, la seguridad social y la educación. Más recientemente, existe una creciente llamada a la necesidad de implementar una tercera generación de Derechos, que se relaciona con derechos sociales o colectivos, como el derecho al desarrollo y la autodeterminación.
Dentro de todas estas capas de Derechos es donde los trabajadores sociales desarrollamos nuestra práctica, aunque somos conscientes que hay más “entrecapas” que van más allá y dan lugar a diferentes historias y tradiciones.
Las personas, al contrario que las políticas, siempre tienen un grado de comprensión sobre los Derechos, ya sea relacionado o no, con la Declaración de la ONU. Esta percepción podría estar igualmente arraigada a sistemas culturales, familiares, religiosos y / o al conjunto de normas que sus grupos adopten. Así por ejemplo, para algunos son los fundadores de la Constitución Americana o su Dios cristiano quien salvaguarda los Derechos humanos. Para otros, es una persona dentro de su familia, comunidad o historia quien guarda los Derechos. Pero para complicar aún más las cosas, muchas culturas con un fuerte sentido de la colectividad no se centran tanto en los derechos como en las responsabilidades de las personas, para crear relaciones recíprocas basadas en la defensa de la dignidad y la valía de las personas.
Como profesión global centrada en la realidad, y que busca transformar los sistemas sociales para acabar con la opresión, la marginación y la desigualdad, es hora que el trabajo social desarrolle un marco integral de Derechos basado en los principios de la profesión sobre justicia social, dignidad, valor de la diversidad y comunidades sostenibles.
Además de la Declaración de la ONU, este Marco de Derechos de Trabajo Social más inclusivo, holístico e integral, podría centrarse en las cuatro áreas internacionales clave que se desarrollaron en 2010[1] cuando tres mil representantes del trabajo social de todo el mundo se reunieron para establecer un plan de trabajo, una Agenda para guiar el futuro de la profesión:
El Derecho a la dignidad también incluye el derecho de las personas y comunidades a la autodeterminación, entendida como la capacidad de las personas de influir en sus propias vidas. La evidencia científica constantemente nos demuestra que cuando las personas son capaces de tomar decisiones sobre sus propias vidas son más felices, más sanas y viven más tiempo[3].
Otro ejemplo[4] relacionado con el Derecho a la dignidad de las personas lo encontramos en el enfoque de trabajo social para la erradicación de la pobreza. A diferencia de los gobiernos que tienden a considerar que la respuesta a la pobreza son las transferencias de efectivo o beneficios complementarios, los trabajadores sociales entendemos los verdaderos factores multidimensionales que mantienen a las personas en la pobreza y dependientes de tales donativos económicos. Así por ejemplo, los trabajadores sociales en Rumania han liderado una estrategia nacional para ayudar a las personas a traducir los beneficios económicos en recursos que pueden cambiar significativamente sus vidas. Este enfoque se logra gracias a restaurar la dignidad y habilidad de las personas en la toma de decisiones y a informarles de sus derechos, facilitando el acceso a recursos. Trabajar con enfoques multidimensionales es fundamental para crear cambios transformativos y sostenibles que puedan eliminar la pobreza y aumentar la confianza de las personas y sus contribuciones a la sociedad.
Derechos Sociales y Económicos. Algunos de los procesos más profundos que dieron lugar a la primera y segunda generación de los Derechos de las personas se centraron en protestas colectivas no violentas y en la participación masiva en las estructuras democráticas. Por ejemplo, los movimientos de derechos civiles, las redes de personas con discapacidad, sindicatos y movimientos de mujeres que transformaron, junto con otros movimientos, las condiciones de vida de las personas, haciéndolas más inclusivas y equilibradas hacia una equidad y sostenibilidad.
El trabajo social identifica el Derecho de las personas a construir sus entornos y sociedades. En este sentido, los trabajadores sociales africanos y las comunidades en las que trabajan, defienden frente a sus gobiernos y frente a las Naciones Unidas que el concepto de “ayuda” es degradante y no un enfoque sostenible. Los trabajadores sociales en África abogan por transformar el sistema tributario global para asegurar que las multinacionales y los gobiernos extraterritoriales, que extraen minerales africanos, paguen sus impuestos en África en contraposición a los paraísos fiscales. Esto equivaldría a más dinero que toda la ayuda que África recibe actualmente[5]. Una simple demanda, donde la gente quiere sus Derechos económicos y sociales basados en sistemas justos de práctica global.
La necesidad de implementar los Derechos sociales ha sido destacada en las últimas semanas, a medida que se hace más evidente que la democracia “simplificada” contemporánea da lugar a algunos fallos considerables. En las elecciones estadounidenses del mes pasado por ejemplo, el claro ganador fue el “no voto”, ya que el 50% de los votantes potenciales no participaron en el proceso electoral para determinar su futuro bienestar.
Los trabajadores sociales somos muy conscientes que votar cada cuatro años en la privacidad que puede aportar una cabina no asegura ni el tipo de democracia, ni las estructuras políticas necesarias para implicar la participación de las personas en los espacios que rigen el futuro de su salud, seguridad, derechos y bienestar. En consecuencia, los trabajadores sociales hemos sido constantes defensores de la implementación de los Derechos que capacitan a las personas y a las comunidades para construir de forma activa sus entornos. En otras palabras, se trata de decir “No a la gobernanza para las personas y sí a la gobernanza con las personas”
Derechos Ambientales. La Federación Internacional de Trabajadores Sociales ha reconocido e identificado recientemente y formalmente la importancia de los Derechos de la Naturaleza[6], y ha identificado el papel de los trabajadores sociales en el desarrollo de los mismos como guardianes para crear comunidades y entornos sostenibles. En muchas partes de América Latina y de Asia y el Pacífico, los trabajadores sociales han defendido que la tierra, el agua y el aire tienen derechos como si fueran personas para que no sean explotados, y puedan prosperar, crecer y ser sostenibles para generaciones venideras. Este enfoque es esencial en el contexto de los recursos limitados y frágiles del planeta y la creciente práctica de la sobreexplotación de la naturaleza, que afectará directamente a la relación simbiótica entre los billones de personas y la tierra.
Derecho a Relacionarse. El trabajo social tiene como objetivo preservar y mejorar las relaciones sociales, porque entendemos intrínsecamente que la interdependencia de los pueblos es un requisito fundamental para alcanzar una calidad de vida. Los investigadores de la salud han validado que los determinantes sociales de la salud son clave para el bienestar sostenible de la sociedad[7]. La gente necesita estar en ambientes seguros y de cariño donde sean reconocidos y desafiados adecuadamente en base a relaciones de apoyo.
Los trabajadores sociales entienden que la familia de una persona juega el papel más fundamental en el futuro de su bienestar y, como tal, reconocemos que la gente tiene Derecho a establecer relaciones de calidad en sus familias y comunidades. Lamentablemente, sin embargo, en la legislación social de algunos países los Derechos sólo se centran en el niño mientras que la familia y la comunidad generalmente no son tenidas en consideración. Esto, con demasiada frecuencia, da como resultado que los niños sean separados de sus padres biológicos en lugar de adoptar enfoques más humanos y económicamente viables, dirigidos a apoyar a la familia de origen con los recursos y la educación necesaria para asegurar los Derechos a las relaciones familiares.
Los trabajadores sociales han desafiado tales prácticas que niegan el Derecho a relacionarse y priorizan a un individuo. Un ejemplo es la llamada Conferencia del Grupo Familiar (Family Group Conferencing por su nombre en inglés). En este proceso la familia extensa junto con otras personas, trabajan conjuntamente para fortalecer las relaciones sociales y definir las responsabilidades de los miembros de la familia entre sí. En muchos lugares donde esta práctica ha sido posible gracias a la legislación y a la capacitación apropiada de los trabajadores sociales, cientos de miles de familias han aprendido a permanecer en contacto y se ha evitado que los niños entren en la espiral a menudo descendente de los sistemas intergeneracionales de protección a la infancia
No hay duda que los Derechos Humanos han sido y seguirán siendo el núcleo de la práctica del trabajo social y que los trabajadores sociales seguiremos promoviendo el ejercicio cotidiano de los Derechos Humanos de las personas. Sin embargo, los Derechos mencionados anteriormente destacan un marco más amplio que los trabajadores sociales encontramos en nuestro trabajo con familias, grupos y comunidades. Esta comprensión de los Derechos va más allá de la Declaración de las Naciones Unidas y tiene en cuenta las diferentes percepciones de los Derechos que se relacionan no sólo con las personas en tanto individuos, sino también con sus contextos sociales, relacionales y ambientales. Es hora de abrir la discusión dentro y fuera de la profesión y trabajar hacia un Marco de Derechos de Trabajo Social holístico e inclusivo.
[1]IASSW; ICSW; IFSW, (2016). Agenda global de trabajo social y desarrollo social en el camino hacia una agenda de compromisos. Movilización de trabajadores sociales, educadores de trabajo social,actores políticos y cooperantes al desarrollo para un cambio social global. [online] Disponible en: http://docplayer.es/9253150-Agenda-global-de-trabajo-social-y-desarrollo-social-en-el-camino-hacia-una-agenda-de-compromisos.html [Accesso 7 Dec. 2016].
[2]Coöperatie Amaryllis. (2016). MISSIE EN VISIE. [online] Available at: http://www.amaryllisleeuwarden.nl/missie-en-visie/ [Accessed 9 Dec. 2016].
[3]Walsh, D., McCartney, G., Collins, C., Taulbut, M. and Batty, G. (2016). History, politics and vulnerability: explaining excess mortality in Scotland and Glasgow. [online] Disponible en: http://www.gcph.co.uk/assets/0000/5573/Executive_summary_excess_mortality_2016.pdf [Accesso 7 Dec. 2016].
[4]Truell, R. (2016). Social workers help Romania’s abandoned children off the streets. The Guardian. [online] Disponible en: https://www.theguardian.com/social-care-network/2016/nov/24/social-workers-help-romanias-abandoned-children-off-the-streets [Accesso 7 Dec. 2016].
[5] Kende-Robb, C. and Watkins, K. (2016). Equity in Extractives Stewarding Africa’s natural resources for all. Africa Progress Report 2013. [online] Andrew Johnston. Available at: http://www.africaprogresspanel.org/publications/policy-papers/africa-progress-report-2013/ [Accessed 9 Dec. 2016].
[6] Statement from The Tangata Whenua Social Workers Association of Aotearoa New Zealand, (2016). Social Workers Stand In Solidarity With Indigenous Communities And Protestors Protecting Their Environments From Exploitation.. [online] Available at: https://www.ifsw.org/social-workers-stand-in-solidarity-with-indigenous-communities-and-protestors-protecting-their-environments-from-exploitation/ [Accessed 9 Dec. 2016].
[7] WHO, (2016). Social Determinand of Health. The Solid Facts. [online] Denmark: Richard Wilkinson & Michael Marmot. Available at: http://www.euro.who.int/__data/assets/pdf_file/0005/98438/e81384.pdf [Accessed 9 Dec. 2016].