Esta semana la FITS ha sabido que los trabajadores sociales de Colombia han salido a las calles para manifestarse en contra de las reformas educativas del Gobierno que clasifican al trabajo social fuera del campo de las “ciencias sociales” y desplazan los departamentos educativos de trabajo social bajo las disciplinas de salud y bienestar. Los trabajadores sociales colombianos temen que la educación de los trabajadores sociales bajo las disciplinas de medicina, odontología, enfermería y diagnóstico médico convierta al trabajo social en una “profesión de servicios” para individuos, más que en una profesional enfocada al conjunto de las estructuras de las sociedades.
El gobierno colombiano ha declarado que está siguiendo las recomendaciones de la UNESCO, organismo de las Naciones Unidas que asesora a los gobiernos sobre las clasificaciones y las categorías educativas.
Respondiendo a la llamada a la acción de los trabajadores sociales colombianos, los representantes de la FITS en la sede de la ONU en Ginebra, se reunieron hoy para desarrollar un plan de defensa para la UNESCO. Este plan aportará evidencias sobre las responsabilidades que tiene el trabajo social con las sociedades que van más allá de las estructuras sociales, y que sitúan a la profesión dentro de un amplio contexto educativo de ciencias sociales y humanidades.
La presidenta de la FITS, Ruth Stark, manifestó que “las clasificaciones educativas de la UNESCO son una cuestión crítica que traslada el enfoque principal del trabajo social de lo social a una profesión aliada a la medicina. Esto es un movimiento regresivo y contrario a todo el trabajo realizado durante los últimos años, centrado en el papel del trabajo social en la promoción de comunidades sostenibles e inclusivas como columna vertebral de la salud económica. Se traslada el foco de nuevo a un nivel de intervención personal e individual, en lugar de mantenerlo en intervenciones transformadoras dirigidas a construir sociedades equitativas e inclusivas”.
Rory Truell, secretario general de la FITS, dijo: “Todas las estructuras sociales deben centrarse y contribuir al desarrollo de sistemas sociales que apoyen el bienestar interdependiente de las personas y de los derechos sociales. Si queremos lograr un mundo sostenible y justo para todos, la construcción de capacidades sociales debe ser una prioridad en toda la sociedad. El trabajo social está involucrado en todos los niveles, promoviendo y facilitando enfoques preventivos de los problemas sociales. Abogamos por un cambio en el paradigma de la práctica de ofrecer sólo nuestros servicios cuando el daño está hecho. Esta cultura de servicios tiene un altísimo coste humano que disemina dolor y heridas entre comunidades y generaciones, además de un elevadísimo coste económico”.
“Es importante que la futura fuerza de trabajo esté capacitada para poder contribuir a la agenda del desarrollo social de las sociedades. La UNESCO debe estar informada de que la profesión del trabajo social no sólo tiene conexiones con la salud, sino que también tiene sus raíces y áreas de conocimiento en la sociología, la antropología, la economía, la psicología social, el derecho y las humanidades en general”, dijo el Dr. Truell.
La Federación iniciará un plan de defensa y promoción de la educación del trabajo social que implica como primera actuación urgente, que los representantes de la FITS en la sede de la ONU en Ginebra se pongan en contacto con la UNESCO.